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Inteligencia artificial: los impactos de la tecnología que ya está cambiando el mundo

impacto IA

Aquí hay un chiste generado por la inteligencia artificial (IA): "¿Cuál es el mayor miedo de una inteligencia artificial? Que los humanos descubran que no es tan inteligente como creen". Hasta hace meses, muchos se habrían asombrado de una herramienta como ChatGPT o Google Bard, capaz de crear (y no solo buscar en internet) una anécdota y escribirla en perfecto portugués. Hoy en día, ya no nos sorprende: naturalmente soltamos una carcajada o una carcajada por la comisura de la boca.

Pero, ¿es una risa nerviosa? La frecuente presencia de este avance tecnológico ha ido acompañada de controversias, la mayoría de las veces, pura especulación. En este texto, entenderás qué es la inteligencia artificial, cuándo surgió, dónde está presente y qué impacto tiene en diferentes sectores.

Verás que la IA ha estado con nosotros durante mucho tiempo, se ha transformado rápidamente y tiende a provocar numerosos cambios. También verás que el chiste que abre este texto tiene un cierto núcleo de verdad: es una tecnología que es incapaz de reemplazar completamente la inteligencia humana, a pesar de que tiene un potencial increíble: los estudiosos estiman que dos tercios de las tecnologías futuras utilizarán la IA de alguna manera. Hay muchas más razones para reír de alegría que de nerviosismo.

¿Qué es la inteligencia artificial?

Es una rama de la informática en la que los algoritmos (una secuencia de reglas específicas de un programa) hacen que los sistemas sean capaces de realizar tareas de una manera que, si la hicieran los humanos, se considerarían inteligentes. Implica, por ejemplo, aplicar probabilidades para llegar a una respuesta, aprender de errores y aciertos, e identificar patrones de diversa índole. Esta última característica es quizás la más evidente, es fundamental en aplicaciones como el reconocimiento de voz o rostro, la generación de imágenes y textos (¿conoces esa función de autocompletar del teclado del teléfono móvil?) e incluso los coches autónomos (¿cómo crees que saben lo que es un semáforo cerrado, por ejemplo?). La inteligencia artificial es capaz, a partir de un conjunto de datos, de extraer patrones que los humanos no podemos encontrar. Se ramifica en subáreas, tales como:

¿Desde cuándo está con nosotros?

La especulación sobre la posibilidad de una inteligencia no humana que piense por sí misma se remonta a la antigüedad. Por supuesto, en ese momento ni siquiera se consideraban las máquinas autónomas, pero ya se discutía el conocimiento y sus posibilidades.

Las obras más directamente vinculadas al tema aparecieron milenios después, en la década de 1950, con el artículo "Computing Machinery and Intelligence" del matemático inglés Alan Turing. Algunos expertos consideran que 1956 fue la zona cero de la IA: ese año, una conferencia sobre el tema en el Dartmouth College (en Hannover, en el noreste de Estados Unidos) acuñó el término "inteligencia artificial".

Aunque está vinculada a las ciencias de la computación, el área se nutre de conocimientos de muchas otras ciencias, como la psicología, las matemáticas, la estadística, la economía, la lingüística y la filosofía. Pero no fue hasta finales del siglo XX, con el rápido progreso de las computadoras, que los logros se volvieron más asombrosos. Un hito en este sentido se produjo en 1997, cuando por primera vez un ordenador ganó una serie de partidas contra el entonces campeón mundial de ajedrez.

Pero es en el siglo XXI cuando los avances, las aplicaciones y la investigación se han expandido. El desarrollo en los últimos cinco años ha sido mayor que en los 50 años anteriores. "La IA es la nueva electricidad", resume el experto Andrew Ng.

Hoy en día, la inteligencia artificial está presente en infinidad de situaciones. Algunos ejemplos:

Chatbots para atención al cliente

Coches autónomos

Asistentes virtuales (como Alexa y Siri)

Reconocimiento de imágenes en vídeos o fotografías.

Personalizar publicaciones en redes sociales

Personalización de recomendaciones sobre servicios de streaming

Aplicaciones de tráfico (como Waze y Google Maps)

¿Cuál es el impacto de la inteligencia artificial en el empleo?

El espacio cada vez más amplio ocupado por la IA a veces despierta muchas preocupaciones. Quizás los más comunes están relacionados con el trabajo, la carrera. Todo el mundo quiere saber: ¿Voy a perder mi trabajo por culpa de la inteligencia artificial? La respuesta más precisa es: probablemente no serás reemplazado, pero tu trabajo ciertamente cambiará, dice Michael Chui, socio del McKinsey Global Institute que ha colaborado con Bosch.

Chui investigó alrededor de 900 tipos de trabajo y 2.000 tareas. ¿Su conclusión? En teoría, casi la mitad de las tareas remuneradas podrían automatizarse utilizando las tecnologías existentes. Gran parte de ello son tareas repetitivas: análisis de imágenes, recopilación de datos. Sin embargo, menos del 5% de los trabajos pueden automatizarse por completo, según la consultora. "Hay cosas que las máquinas no pueden hacer tan bien como los humanos, como interactuar con otras personas y hacer trabajos creativos", dice.

Una encuesta realizada por el Foro Económico Mundial encontró que el porcentaje de empresas que tienen la intención de aumentar la contratación debido a la IA es el doble del porcentaje que tiene la intención de reducirla.

¿Cuál es el impacto de la inteligencia artificial en la industria?

Comenzó en el sector digital. Redes sociales, e-commerce, buscadores, streaming... La IA ha transformado por completo la forma en que trabajamos en este campo. Ahora estamos empezando a ver cómo se extiende esta transformación. "Hace cien años, la electricidad cambió innumerables empresas; Hace 20 años, Internet también lo hizo. La inteligencia artificial está a punto de hacer lo mismo", dice el experto en IA Andrew Ng, quien tiene una asociación con Bosch.

Fábricas, transporte, agricultura, servicios... Si hoy en día es difícil imaginar alguna de estas actividades funcionando sin electricidad o internet, lo mismo sucederá en poco tiempo con la IA. Esto significará que los servicios se realizarán de forma más rápida, segura y precisa.

Estas son algunas áreas y funciones en las que ya se está utilizando la tecnología:

  • Control de calidad: Hasta hace poco, solo los humanos eran capaces de detectar imperfecciones en la superficie de los productos, como pequeños arañazos. Hoy en día, la industria móvil ya utiliza la IA en este rol. La investigación de Bosch, sin embargo, va más allá: el objetivo no es solo encontrar defectos, sino identificar las causas de su generación y así ayudar a resolver el problema.
  • Mantenimiento: La IA puede indicar el mejor momento para realizar reparaciones en la maquinaria. En la planta de Bosch en Blaichach (sur de Alemania), 60.000 sensores envían información en tiempo real sobre varios puntos de la línea de montaje. Esto facilitó la predicción de la necesidad de mantenimiento. El tiempo de inactividad de la máquina se redujo en un 25%.
  • Transporte y logística: La IA ya es capaz de trazar rutas más rápidas y/o más eficientes en el consumo de combustible. Basándose en datos anteriores, predice la demanda de productos o servicios y, por tanto, ayuda a gestionar la cadena de suministro.
  • Seguridad: las nuevas tecnologías interpretan las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, lo que elimina la necesidad de un seguimiento ininterrumpido de los vídeos por parte de un ser humano. El sistema de videovigilancia de Bosch, por ejemplo, cuenta con 14 reglas de inteligencia artificial que pueden generar alertas a los operadores, como un objeto dejado o retirado de un lugar, cruzar barreras, aparcar en un lugar prohibido y una estancia prolongada.

¿Cuál es el impacto de la inteligencia artificial en los coches y la movilidad?

IA mobilidad

Ya están en las calles, en una etapa avanzada de pruebas. Son automóviles que se conducen solos, se detienen frente a un semáforo cerrado, doblan la esquina, hacen globos, adelantan a otros vehículos, se detienen en los cruces peatonales, reconocen sirenas

... Equipados con cámaras, sensores y un potente ordenador de a bordo, los coches autónomos utilizan la inteligencia artificial para conducir como un ser humano, pero de forma más segura.

Su serie de dispositivos controla la distancia en relación con otros puntos (vehículos, aceras, guardarraíles, peatones, medianas...) y distribuye comandos (frenar, acelerar, girar, intermitente...). El objetivo es reducir al máximo los accidentes (el objetivo de Bosch es eliminarlos ), eliminar maniobras innecesarias y desplazamientos más laboriosos, contribuyendo así a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Pero el uso de la IA en el tráfico va mucho más allá de los automóviles. A través de la asociación entre la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas, será posible avanzar mucho más hacia una movilidad segura y eficiente. Los vehículos, por ejemplo, podrán comunicarse entre sí y con las estructuras de tráfico, tales como:

  • Semáforos y cámaras de monitoreo: ¿Ha habido un accidente o hay una pista en construcción? Es posible adaptar los semáforos en tiempo real y crear rutas más fluidas, aliviando el tramo problemático.
  • Taller de reparación de automóviles: ¿el coche está en problemas? La conducción autónoma lo llevará al taller más cercano, que recibirá datos sobre el historial de mantenimiento del vehículo y, por lo tanto, podrá prepararse para comenzar la reparación de inmediato.
  • Estacionamiento: ¿Deambular por los estacionamientos hasta que encuentre un lugar para detenerse? La tecnología nos liberará de esta carga. Los aparcamientos autónomos indicarán dónde hay una plaza de aparcamiento, y el coche se dirigirá automáticamente a ella.

¿Cuál es el impacto de la inteligencia artificial en la medicina?

Una de las tareas que mejor hace la IA es identificar patrones. No es casualidad, por tanto, que se esté investigando tanto su uso en el área de la salud , al fin y al cabo, establecer diagnósticos y líneas de conducta es, en gran medida, asociar causas y consecuencias a partir de resultados previos. Bosch ya utiliza la IA para procedimientos como:

  • Prueba de anemia, que muestra el resultado en 30 segundos, sin tener que recolectar una sola gota de sangre.
  • Prueba rápida de PCR: Vivalytic, un dispositivo compacto, realiza diversas pruebas de diagnóstico molecular. Es capaz de analizar cinco muestras simultáneamente y, en 30 minutos, dar el resultado de todas ellas para coronavirus.

La velocidad, y a menudo la precisión, está relacionada con la gran cantidad de información que los sistemas pueden capturar y procesar. En un evento celebrado en el Bosch Health Campus, el Hospital Universitario de Bonn presentó una investigación de IA que implicó la recopilación de 2.000 millones de datos de 36.000 pacientes durante diez años. Es mucho más de lo que cualquier médico experimentado es capaz de presenciar o presenciar.